Se quita los zapatos en la boda y arruina un banquete
L.R.S. un tractorista de Villarrobledo asistió a una boda con banquete por to’ lo alto. Despues de comer abundantes chepudos regados con apastás, y de bailar durante dos horas y media «Paquito el chocolatero», se sentó a la mesa y con disimulo se quitó los zapatos recién estrenados.
Tres minutos después, una pestilencia a gato muerto mezclado con mofeta enferma inundó el local, provocando la estampida de todos los presentes.
«No lloro por el banquete, es por la peste», dijo la novia.
«Es eran nuevos y me apretaban muncho nel juanete» dijo el descalzado.
«Amos, no me jodas», dijo un señor que paseaba con un gorila, «haber ido con las abarcas de toa la vida e Diós».
*Marcelo Choren